El Pla d’Almatà es el yacimiento de época andalusí más grande que se conserva en Cataluña y uno de los principales del antiguo Al-Ándalus, el país que fundaron los árabes en la península ibérica durante los siglos VIII y XV.
Los restos arqueológicos del Pla d’Almatà corresponden a uno de los barrios de madina Balaguer, una importante ciudad de nueva planta, perfectamente planificada, que se creó a partir del siglo X.
El Pla d’Almatà fue el núcleo originario de la ciudad y uno de sus barrios principales. Estaba rodeado de una muralla, de la que se conservan unos 700 metros, construida con sillares de piedra arenisca en la base y un lienzo de muralla superior realizado con encofrados de tapia. A intervalos irregulares se alternaban 27 torres macizas de tapia construidas siguiendo la misma técnica.
Madina Balaguer disponía de todos los elementos necesarios para poder ser cualificada de madina: la mezquita aljama, el zoco o mercado y el alcázar o residencia de la autoridad local, pero también tenía baños, elemento fundamental en la vida social de una ciudad andalusí, y alhóndigas, donde se podían alojar los comerciantes, las mercancías y los animales de transporte.
Los restos arqueológicos del Pla d’Almatà se encuentran distribuidos alrededor de calles que dibujan una ciudad regular y ordenada, con zonas residenciales, zonas industriales, zonas de culto y cementerios.
La mezquita aljama estaba situada donde actualmente se encuentra la iglesia del Santo Cristo y era un edificio fundamental: en ella se enseñaba doctrina, se impartía justicia y se celebraban las grandes reuniones públicas. Alrededor de esta mezquita se encontraba un gran cementerio.
El Parque Arqueológico del Pla d’Almatà corresponde a una de las zonas residenciales del barrio, donde se han excavado y musealizado cuatro casas y dos tramos de calles. Las excavaciones arqueológicas han permitido recuperar una importante colección de objetos de la vida cotidiana.